jueves, 27 de octubre de 2011

Armonía entre niños y mascotas

Imagine por unos instantes que alguien se acerca a usted y le mete un dedo al ojo, después estira su piel como si fuera un chicle e introduce un dedo largo en los orificios de su nariz. Estas canalladas y muchas más son las que deben soportar los perros que caen en manos de ciertos niños que, dicho sea de paso, son peor que Barrabás. A los padres corresponde, en este caso, poner fin al martirio.
No nos cansaremos de decir que los niños que crecen con un compañero canino mejoran su sentido de la responsabilidad a la vez que desarrollan un carácter más abierto y receptivo. Una preciosa afirmación que no siempre resulta igualmente satisfactoria para los perros.
Con más frecuencia de la debida, éstos son objetos de bromas macabras, sufren las barrabasadas que les propinan esos diablillos bajitos que les han tocado como dueños y... ¡cuidado! que no se atrevan a defenderse, pues serían tachados de agresivos y, en el peor de los casos, los padres desinformados considerarían que su Toby puede ser un peligro para la integridad de su hijo.
"Cuando un niño maltrata a un perro, es que nadie le ha explicado que tiene en sus manos a un ser vivo. Por lo general, actúan así por que lo consideran un juguete, que no siente ni padece", explica María del Mar Figueroa, psicóloga y socia del gabinete Andrés Mellado (Madrid)


Donde las dan, las toman

La solución pasa por corregir el error y explicar al pequeño que a nadie le gusta que lo maltraten. Para que el niño entienda la gravedad del asunto, es útil que los padres le gusten una pequeña broma a su hijo. En palabras de María del Mar Figueroa: "En un momento en que el niño esté desprevenido, uno de los padres le dará un pellizco en el trasero.
Cuando se queje la madre irá por detrás y repetirá la operación. Después, uno de los padres le agarrará por una mano mientras que el otro lo toma por la otra, como si disputaran por el. Sobra decir que estos movimientos deben hacerse muy suavemente, sin dañar en absoluto al niño.
Resulta imprescindible que el perro esté presente, con lo que se acercará al oír las quejas de su pequeño amo. Entonces los padres deberán parar y decirle a su hijo que el animal, a pesar de que recibe un trato poco respetuoso por su parte, no quiere que a él le hagan daño". La explicación será cariñosa y, muy importante, debe pronunciarse mientras se acaricia al perro.

Cuidado con estos miembros

Las orejas, el rabo y el hocico son las tres partes del cuerpo que más daños sufren por parte de los niños. Y si tenemos en cuenta que tanto el olfato como el oído son vitales para ellos, comprenderemos por qué les sienta tan mal que les echen aire sobre la nariz, les agarren el hocico, alarguen sus orejas hasta el infinito y les metan pequeños objetos dentro del pabellón auditivo.
No olvidemos que algunas de éstas bromas pueden ser interpretadas para el perro como un reto. Un aspecto que no puede pasar ignorado es la necesidad de utilizar un tono de voz bajo cuando se habla con el perro: su oído es muy sensible, y si se acostumbra a los gritos, no servirá utilizar un tono de voz severo cuando haya que corregirle.


Ojo al dato

Abordando otro tema de vital importancia y que, generalmente, pasa inadvertido durante la primera época en la que el niño y el perro inician su convivencia, es la necesidad de poner freno a actitudes superprotectoras.
Para comprender de que estamos hablando, reproducimos la carta de Rosa Bueno (Granada), recibida en la redacción el 23/1/97. "La complicidad entre mi hijo Luis de cinco años, y el perro está comenzando a preocuparme. Cada vez que Luis se comporta mal y le regaño, se tira al suelo y comienza a gritar. Entonces el perro acude de inmediato y me gruñe. De esta forma, mi hijo pretende librarse de los azotes...".
Se trata de una situación bastante incómoda, aunque evitable. Resulta necesario que el niño reciba una buena reprimenda por su actitud y no se puede permitir que el animal gruña o se enfrente con algún miembro de la familia. Al menor signo de rebelión, pronunciar un "no" severo y dar un cachete en el lomo del animal.

[http://www.enbuenasmanos.com]

lunes, 24 de octubre de 2011

Leishmaniosis

Preguntas y respuestas más frecuentes

Información sobre Leishmaniosis

Todo el que tiene animales de compañía, y sobre todo perros, ha oído hablar de la Leishmaniosis canina, ya que es una enfermedad de aparición muy frecuente en nuestra zona geográfica. Por eso es de nuestro interés informar a los propietarios de perros, a través de las preguntas que mas a diario recibimos sobre la enfermedad. Esperamos que le sea útil, y para cualquier aclaración o ampliación de datos estamos siempre a su entera disposición.

¿Quién produce la Leishmaniosis en los perros?

El agente causante de la Leishmaniosis es un parásito unicelular llamado Leishmania Infantum, que vive dentro de las células sanguíneas.



¿Cómo adquiere la enfermedad mi perro?

La enfermedad se propaga entre los perros a través de las picaduras de mosquitos, en especial el Phlebotomus, que habita en la cuenca mediterránea. El contagio se realiza cuando la hembra del mosquito pica a un perro infestado de Leishmania, lo mantiene en su aparato digestivo, y el parásito sufre allí una serie de transformaciones, que demoran de 4 a 20 días, para así ese mosquito cuando pique a otro perro, contagiarlo.

¿Es posible el contagio por contacto directo con heridas, saliva, durante peleas, juegos, etc....?

La respuesta es que no. Como explicamos antes, es necesario que intervenga el mosquito, ya que es allí donde el parásito sufre las transformaciones necesarias hacia su forma infestante. Otras formas de contagio son estadísticamente difíciles.

¿Qué perros tienen más riesgo de contagio?

Los perros con más riesgo de contraer la enfermedad son aquellos que viven todo el tiempo en el jardín, y sobre todo aquellos que duermen fuera toda la noche, ya que el hábito del mosquito es picar al anochecer y al amanecer.

¿Las personas pueden sufrir la enfermedad? ¿Y otros animales?

Sí, las personas y muchos mamíferos, entre ellos los gatos, son susceptibles de contraer la enfermedad. Pero a diferencia de estos, la especie canina tiene una particular susceptibilidad a padecer la enfermedad, ya que su sistema inmunitario no es capaz de combatir correctamente al parásito como las otras especies.
En el área mediterránea la Leishmaniosis humana es de muy baja incidencia, y normalmente la padecen personas con su función inmunitaria disminuida (enfermos de SIDA, personas sometidas a tratamientos inmunosupresores, transplantados, tratados con quimioterápicos, etc.)

¿Aumenta el riesgo de contagio a las personas el convivir con un perro enfermo de Leishmaniosis?

No, el riesgo de contagio ya existe por el hecho de vivir en una zona endémica de Leishmaniosis, o sea una zona donde la enfermedad es de aparición frecuente todos los años. Por lo que recalcamos que no hay mayor riesgo al vivir con un perro enfermo, incluso estando en contacto con su sangre a través de una herida o de pincharnos con una aguja con su sangre, porque recordemos que se necesita que el parásito que esta en esa sangre, "viva" de 4 a 20 días en el mosquito para así adquirir capacidad infestante.



¿Qué sintomas presentan los perros?

Los signos clínicos que presenta un perro afectado por Leshmaniosis son:

*Anorexia, adelgazamiento, depresión.
*Zonas sin pelo y con intensa caspa, sobre todo en la cara y extremidades anteriores, ulceras recurrentes en la piel.
*Hemorragias nasales.
*Fiebre que no responde al tratamiento habitual.
*Aumento del tamaño de los ganglios externos.
*Cojeras intermitentes que no responden a tratamientos habituales.
*Diarreas crónicas.
*Lesiones inflamatorios oculares.

Mi perro está aparentemente sano, ¿Puede tener Leishmaniosis?

Sí, ya que el periodo de incubación de la enfermedad, desde la picadura del mosquito hasta la aparición de los primeros síntomas puede ser de varios meses, por lo que un perro clínicamente sano puede estar incubando la enfermedad.
Estos perros sin síntomas pueden ser detectados por técnicas de diagnóstico precoz, siendo los perros detectados en esta fase los que presentan mejores perspectivas, ya que se los comienza a tratar cuando aun el parásito no ha lesionado ningún tejido en forma severa aún. Nosotros recomendamos el control mediante test sanguíneo una vez al año, siendo lo ideal realizarlo de ser posible en forma semestral.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?

Se realiza un análisis de sangre, que detecta la presencia de anticuerpos circulantes de Leishmania Infantun, o sea demuestra que el perro ha sido picado por un mosquito portador.

¿Podemos curar la Leishmaniosis?

Sí. Pero es conveniente recalcar que la efectividad del tratamiento siempre va a estar condicionado a la fase en la que se tome a la enfermedad, el estado del perro antes y durante el proceso, a las lesiones producidas, al grado de infestación, etc.
Pero es importante saber que los perros no siempre se llegan a curar totalmente de la enfermedad. Los perros enfermos deben ser controlados periódicamente con análisis sanguíneos y tratados de nuevo si hay indicios de recaídas. El objetivo del tratamiento es que los perros no presenten ningún síntoma y permanezcan clínicamente sanos.
Aquellos perros que al momento del diagnóstico presentan una insuficiencia renal son los que tienen un pronóstico menos favorable y van a requerir mayores cuidados y esfuerzos para salir adelante.



Mi perra tiene Leishmaniosis, ¿Puede criar?

La enfermedad no se transmite a través del útero, ni por la leche, así que los cachorros nacerán sanos, pero desaconsejamos la reproducción en los animales enfermos, ya que el gasto orgánico y el stress de una gestación y lactación normalmente llevan a un empeoramiento del estado de la perra y a la aparición de nuevas lesiones y síntomas. Por lo mismo desaconsejamos la utilización de animales enfermos como cazadores o animales de exposición y competencia.

¿Podemos hacer algo para prevenir la enfermedad?

Por el momento no se dispone de ninguna vacuna efectiva contra la Leihmaniosis.
Los mejores esfuerzos preventivos son evitar el contagio de la enfermedad y su desarrollo. Para esto recomendamos las siguientes medidas:

•No dejar a los perros dormir fuera.
•Tratarlos en forma mensual con ectoparásiticidas, vía parenteral o del tipo spot on, como Frontline, Exspot, Scalibur, etc.
•Realizar un chequeo sanguíneo semestral, para en caso de haberse producido el contagio, actuar de manera temprana.

[Fuente: http://www.euroresidentes.com/]

sábado, 22 de octubre de 2011

Los cuidados del gato que vive en casa

Mientras que los gatos que viven de forma callejera presentan una esperanza de vida de 2 a 4 años, los que viven dentro de casa tienen una perspectiva de 12-13 años de vida. 
Por otro lado, estos felinos domésticos presentan unas patologías propias de su vida sedentaria.
La mejora espectacular de su esperanza de vida depende básicamente de tres factores: la no exposición a riesgos potencialmente letales (coches, peleas, infecciones víricas, etc.), a su alimentación (continua, sin esfuerzo y de calidad) y a los cuidados sanitarios que recibe.

Pero los gatos que viven dentro de casa, tienen tendencia a padecer determinadas patologías relacionadas con su sedentarismo.
 


Obesidad

De entre las patologías más habituales, cabe destacar la obesidad. El gato que vive dentro de casa apenas está motivado para realizar ejercicio. Suele pasar la mayor parte del día durmiendo o tumbado. Además, no ha de pelearse por el sustento y éste está siempre disponible en su comedero.

La obesidad promueve aún más el sedentarismo, aumenta el riesgo de enfermedades tales como las cardiorrespiratorias, hipertensión arterial, diabetes mellitus, procesos articulares (artrosis, artritis...), disminuye la fertilidad y aumenta el riesgo frente a las anestesias e intervenciones quirúrgicas.

Un gato obeso suele presentar un aspecto desaliñado, un pelaje sucio y despeinado, dado que por su obesidad no es capaz de acicalarse el tercio posterior.

Es importante evitar y controlar la obesidad en los gatos de casa, midiendo la cantidad de alimento que ingiere al día, incitándole a juegos que hagan que se mueva, y proporcionándole un alimento con un nivel bajo en calorías y un nivel moderado de fibra.

Muda continua

La muda del pelo se rige por los fotoperiodos. Los gatos que viven en la calle, sometidos a los cambios de temperatura estacionales y a las horas de luz que marcan las diferentes estaciones del año, pierden menos pelo que los que viven en casa y sólo lo hacen en determinados momentos. El gato que pasa la mayor parte del día dentro de casa está expuesto a más horas de luz natural y artificial, con una temperatura más o menos constante todo el año (en invierno no pasa frío por la calefacción y en verano disfruta del aire acondicionado...) por lo que las mudas no suelen llevar los ciclos naturales ni durar lo habitual. El resultado es que el gato está perdiendo pelo de manera constante durante todo el año.

Por ello es importante favorecer la salud del pelo de los gatos caseros, que están en constante muda, a través de alimentos de alta calidad, digestibles y con ácidos grasos esenciales omega 3 y 6 que favorezcan la salud de la piel, y un pelo brillante y lustroso.





Bolas de pelo

Adicionalmente a esta pérdida constante de pelo, aparece otro signo habitual en los gatos: los tricobezoares o bolas de pelo. El término “tricobezoar” significa bola de pelo (tricos quiere decir pelo en latín). Las bolas pueden presentar, además de pelos, restos de alimento, de secreciones gástricas o restos de materiales vegetales (si el gato ha ingerido trocitos de hierba o de hojas).

Un gato sano se acicala mediante el lamido, se limpia y se cepilla el pelo. Su lengua es rugosa debido a la presencia de una especie de espículas o papilas que actúan como un cepillo, arrastrando el pelo muerto y tragándoselo. El pelo muerto transita por el tracto digestivo normalmente y, o bien es excretado por las heces, o es regurgitado. Ocasionalmente, la excreción de la bola puede ir precedida de una pequeña regurgitación de fluido gástrico o comida, o puede escucharse una especie de tos seca.

En ocasiones, cuando se ingiere demasiado pelo o si el proceso de la digestión se ve alterado por algún problema (trastornos de la motilidad, enfermedades intestinales inflamatorias...), se forman bolas de pelo que se acumulan en el estómago o en el intestino.

Un gato puede ingerir demasiado pelo si padece trastornos conductuales o neurológicos. Los gatos que se aburren se lamen en exceso, llegándose a provocar alopecias y heridas, además de ingerir una cantidad excesiva de pelo. Los gatos que padecen ansiedad se lamen o se mordisquean el pelo continuamente, formándose zonas alopécicas e ingiriendo mucho pelo.

Además de los gatos que presentan las patologías anteriormente citadas, los que viven en casa (y que, por tanto, se aburren y se acicalan más), los de pelo largo o semilargo (Persas o cruces de Persa, Noruego de los Bosques...) o los que conviven con otros felinos y, por ser muy sociables, se acicalan a sí mismos y a los demás, tienden a padecer más la formación de tricobezoares.

En condiciones naturales y los gatos que tienen acceso al exterior o al jardín pueden ingerir hierbas o restos vegetales para favorecer la eliminación de las bolas de pelo.

Como hemos comentado, estas bolas suelen expulsarse normalmente, pero si ello no ocurriera, su presencia en el tracto gastrointestinal puede provocar síntomas tales como vómitos, diarreas o constipación, obstrucción gastrointestinal (en este caso debe someterse a extracción quirúrgica), anorexia, pérdida de peso...

La presencia de bolas de pelo se diagnostica tanto por los síntomas que el gato manifiesta, como por la confirmación de su presencia a través de la ecografía o radiografía. El tratamiento a seguir consiste en la administración de fluidos o medicamentos que mejoren el tránsito gastrointestinal, y por tanto la eliminación de la bola, o bien la intervención quirúrgica para poder extirparla.


Prevención
Para evitar la formación de bolas de pelo se debe:
· Cepillar frecuentemente al gato para eliminar mecánicamente el pelo muerto y evitar que lo ingiera.

· Administrar productos apropiados para la eliminación de bolas de pelo (aunque no siempre son bien tolerados).

· Proporcionar al gato una alimentación altamente digestible, que incorpore fibra, especialmente fibra de avena, que favorece la formación y eliminación de las bolas de pelo.

jueves, 20 de octubre de 2011

¿Cómo preparar a mi perro para la llegada del bebé?

Los primeros meses de convivencia
Una de las preguntas más frecuentes de los futuros padres es cómo introducir un nuevo bebé en un hogar en el que reside un perro. Normalmente, esta cuestión genera muchas dudas ya que existe cierto miedo a las futuras interacciones entre el niño y el perro. Por fortuna, la mayoría de las mascotas miran a los niños con curiosidad y no presentan signos de agresividad hacia ellos.
Sin embargo, algunos perros pueden percibir a los bebes como un mamífero extraño y una posible pieza de caza, sobre todo, aquellos que nunca han visto a un bebé y, por tanto, no pueden reconocerlo como una cría de los seres humanos. Para ayudar a prevenir accidentes, debemos tomar algunas precauciones.

Tomar precauciones para evitar accidentes
En primer lugar, tenemos que asegurarnos de que nuestra mascota no tiene ningún problema de agresividad hacia los niños, o adultos o de que no haya presentado ningún comportamiento predatorio (de caza) hacia pájaros, gatos o cualquier otro mamífero.
Si el perro ha manifestado algún tipo de agresión anteriormente, los padres deben consultar a un terapeuta del comportamiento animal. Éste puede evaluar al animal e indicar, si fuera necesario, un plan de trabajo para reducir la probabilidad de que el perro pueda ser agresivo con el nuevo niño.
Los propietarios de perros sin problemas deben saber que, con la llegada del bebé, recibirán menos atención que antes. El perro puede recurrir a realizar actividades destructivas para llamar la atención o hacerlo simplemente para aliviar el aburrimiento. Puede ocurrir que, si se trata al animal más severamente cuando se aproxima al niño, o se le aísla para no molestarle, el perro puede establecer una asociación entre el niño y el nuevo trato. Por ello es aconsejable que el perro participe de la nueva situación familiar, si bien teniendo siempre una constante vigilancia, para que aprenda a incorporar al bebé como un miembro más de la familia.

No les dejes solos
Es esencial recordar que un animal no debe estar solo con un niño en ningún caso. No porque los perros sean agresivos con los niños por naturaleza, sino porque estos últimos pueden tener reacciones extrañas hacia el animal cuando éste se les acerca para buscar contacto físico, o simplemente para abrazarles para mostrar cariño.
Hasta que el nuevo miembro de la familia no sea mayorcito para comportarse apropiadamente con el animal doméstico, aproximadamente a los 10 años, no hay que permitir que los niños y perros actúen recíprocamente sin saber cómo responden en esas circunstancias. Esta es una medida de seguridad muy importante que protege tanto al niño como a la mascota.


Instrucciones para los nuevos padres
1. No disciplinar al perro cuando se manifieste curioso alrededor del niño.
2. Dejar que el perro huela y vea al niño.
3. Asociar experiencias agradables con la presencia del niño.
4. Dedicar especialmente 10 minutos al día a interaccionar activamente con el perro.
5. No dejar totalmente solos a niño y perro.
6. No aislar totalmente al perro del niño.


[Fuente: Redacción/facilisimo.com]

miércoles, 19 de octubre de 2011

Hoteles para perros.

¿Qué son los hoteles para perros?

Los hoteles para perros son lugares creados para que nuestras mascotas tengan un lugar donde quedarse. Para que cuando nos tengamos que ausentar, sea por trabajo, vacaciones o enfermedad, tengamos la tranquilidad de que nuestros perros estarán de vacaciones en un hotel.

Hoteles para perros, no guarderías.

El concepto de guardería para dejar a nuestras mascotas en custodia mientras disfrutamos de nuestras vacaciones ha cambiado mucho para beneficio de nuestros queridos perros. Antes las prestaciones que ofrecían muchos de estos lugares eran sólo las imprescindibles para el mantenimiento de nuestros perros (agua, comida y quizá un mini paseo)
Hoy en día los hoteles para perros, además de atender de una forma más personalizada las necesidades de nuestros perros, los miman. Es decir, que estos hoteles para perros también atienden sus deseos. Incluso para los amos y mascotas más exigentes ya que existen hoteles para perros de lujo.


Prestaciones de los hoteles para perros.

Como en todos los hoteles, entre los hoteles para perros también existen diferentes posibilidades. Con lo que podemos dejar nuestras mascotas en hoteles que, aparte de cubrir las necesidades básicas, tienen alguna o todas estas prestaciones e incluso más, para el disfrute de nuestros perros:
    • Habitaciones individuales para nuestros perros con separaciones y pequeña zona individual ajardinada para moverse libremente con tres paseos diarios, con otros perros o solo.
    • En otros hoteles para perros también incluyen adiestramiento, peluquería canina, recogida y entrega a domicilio del animal y cámaras web para poder ver nuestras mascotas cuando queramos.
    • En hoteles más lujosos podemos encontrar, además, servicios veterinarios y seguimiento médico de las mascotas, spa, masaje, dieta personalizada, amplios espacios para que los perros estén sueltos, solos o junto a otros, seleccionando los grupos. Incluso se le permite llevar el sofá favorito de sus mascotas para que estén lo más a gusto posible.
Nuestros consejos

Si no quiere irse sin su mascota, pero quiere relajarse de ciertos aspectos de su cuidado, una opción es viajar a lugares donde encuentre hoteles para perros y así él estará disfrutando en buenas manos y cuando usted quiera puede estar con su perro.
También existe otra opción y es que cada vez hay más hoteles que admiten alojar mascotas a sus huéspedes. Es cuestión de buscar opciones por Internet.

[Fuente: Juan José Sánchez Ortiz. Terapeuta, escritor e investigador.]

Èlia Guardiola. Creadora del grupo "Hoteles que aceptan animales domésticos" en Facebook, y de este Blog.

martes, 18 de octubre de 2011

Las responsabilidades de tener un perro

Desde el momento en el que hemos decidido compartir nuestra vida con un perro, sean cuales sean las razones que nos llevaron a buscar la compañia de este animal, las responsabilidades que conlleva la tenencia de un perro, requieren un compromiso que debemos tomar en serio, el perro dependerá de nosotros. La mayor parte de los perros tienen una esperanza de vida de entre 12 y 14 años, durante el tiempo que vivamos con un perro, se alimentará, podrá hacer ejercicio, será cepillado y sus necesidades serán variables en función de la longitud y forma de su pelo, recibirá los cuidados y atenciones necesarias, será vacunado y desparasitado, atendido por un veterinario cuando se encuentre enfermo o en revisiones, toda su calidad de vida depende de nosotros, cuidaremos del perro y nuestro compromiso será duradero, es de por vida.
Otro aspecto a no descartar es el económico, aunque no demos caprichos a nuestro perro, comprandole moda para mascotas o muchos juguetes, solamente con el plan de vacunas obligatorio, revisiones, desparasitación, pienso de calidad y todas sus necesidades, ya tendremos un gasto al que hacer frente, como cualquier persona que tenga mascota, pero además tendremos que dedicarle más tiempo que por ejemplo, si nuestra mascota fuese un ave, un gato, un roedor, entre otros animales de compañia.
Además de calcular los gastos mínimos, como son la atención veterinaria, identificación, vacunas, desparasitación; debemos pensar que pasaría en caso de un gasto imprevisto, por ejemplo, de tener que costear una operación complicada o si el perro tuviese algún accidente o infortunio y cayese gravemente enfermo. ¿Podríamos pagar los gastos?
Respecto al tiempo que hay que dedicarles, si se trata de un cachorro, habrá que tener en cuenta la alimentación específica del cachorro y la progresiva modificación del pienso y las cantidades de las comidas diarias hasta lleger a una dieta de perro adulto, además de dedicar mucho tiempo a la educación, los juegos y el ejercicio. Valoremos el hogar que vamos a ofrecer a un animal tan social como el perro, pensemos si hay zonas verdes, parques cercanos a nuestra vivienda donde podremos ir con el perro a pasear, hacer ejercicio y para que el perro pueda tener estímulos sensoriales y socializar con otros animales.

Debemos plantearnos también factores como las temporadas de vacaciones o viajes, asi como imprevistos en los que no pudiesemos atender a nuestro animal de compañia, por ejemplo si estuviesemos un tiempo muy enfermos sin valernos por nosotros mismos necesitando ser atendidos; en cada uno de estos casos: ¿habría alguien para cuidar del perro? ¿Podriamos llevarlo con nosotros?
Antes de decidirse a tener un perro hay que pensar muy bien todas las responsabilidades que conlleva y hacer uso de nuestra capacidad racional para reflexionar sobre como es nuestro estilo de vida, como nos comportamos, como es nuestro caracter, que sentido tenemos del compromiso, de la lealtad, amor por los animales y del entorno en el que vivimos y podriamos compartir con un perro. Este ejercicio es imprescindible aunque parezca obvio recordarlo, pues muchos perros son abandonados todos los años porque sus dueños decidieron en un momento dado que ya no querian tenerlos a su lado o que llegaron a un punto en el que no podían ocuparse de ellos.
Otras obligaciones a tener en cuenta son la convivencia con vecinos y otras personas del entorno social donde nos encontremos junto con nuestro perro, asi como las normas cívicas y la legislación en relación con la tenencia de animales. Un perro bien educado es un excelente compañero y miembro de la familia, pero un perro que no ha sido educado o donde los dueños han podido trastornar su conducta o bien es un animal poco afortunado en su vida y a consecuencia de ello se ha vuelto miedoso o agresivo, puede resultar problemático tanto para las personas del hogar como para el vecindario. Algunas normas cívicas que podemos exponer a continuación sobre la tenencia de perros son:
  1. Controlar al perro en todo momento, en casa, cuando se queda solo, cuando vamos a pasear o en presencia de otras personas. Al salir a hacer ejercicio fuera de casa, el perro debe tener un collar, arnés si se desea, una correa y una identificación con su nombre y con un número de contacto del dueño, hay que caminar con el perro a nuestro paso, no varios metros delante, sujeto con la correa si estamos en zonas transitadas.
    El perro debe estar educado para no perseguir ni ladrar a personas o a otros perros, ser paciente con los niños, en caso de estar suelto regresar con el amo cuando este lo avise. Cuando vamos con nuestro perro por zonas transitadas, no podemos olvidar ingenuamente que aunque hay muchas personas animalistas, también hay personas que no les gustan los perros.
  2. No debemos dejar a nuestro perro vagando solo sin saber donde está, perderlo de vista puede ser peligroso e incluso podria extraviarse. Si residimos en una vivienda con parcela, el perro debe estar en una zona donde no pueda escaparse o salir al exterior de la casa. Igualmente si tenemos una perra, hay que estar especialmente atentos durante el celo y en lugares donde haya perros, por si los machos intentan acercarse. Y si el perro es un macho, que no trate de enfrentarse con otros machos cuando los vea paseando a varios metros o en la acera contraria.
  3. Es una exigencia que el propietario de un perro sea higienico y se responsabilice de lo que el perro ensucia, no podemos dejar que el animal orine sobre objetos, bienes o propiedades privadas de otras personas, tampoco en zonas verdes con espacios señalizados donde no se puede dejar a los perros sueltos. En muchos parques hay lugares expendedores de bolsas para recoger los excrementos de los perros pero si no fuese asi, debemos nosotros mismos llevar bolsas de plástico para deshacernos de forma higiénica de los excrementos del perro.


Hay que informarse de la legislación relativa a los perros, tanto en nuestra comunidad como si nos trasladamos a una residencia en otra zona. En la mayor parte de municipios se exige que los perros vayan identificados, con microchip y con placas con su nombre, direccion del propietario y número de teléfono, los perros deben llevar correa, salvo en las zonas donde los perros tienen permitido ir sueltos, en muchos parques tienen zonas delimitadas de esparcimiento canino.
La mayor parte de las leyes sobre tenencia de animales suelen recoger sanciones para casos en los que perros sueltos hayan causado daños a personas, ganado o bienes materiales de otras personas, que deberán ser asumidas por el dueño del perro, es por ello importante tener controlado al perro cuando salimos con el animal a pasear, asi como tener en cuenta normativas en relación al transporte o al permiso que puedan tener los perros de entrar en ciertos lugares públicos junto con los dueños, distinguiendo los perros que son animales de compañia de los perros lazarillo.